Todo verdor perecerá

jueves, 3 de marzo de 2011

|
Estimado señor Benedetti:

Permítame presentarme. Me llamo Felisa Arjona, y toco en la orquesta de mi pueblo. Bueno, en realidad no sé si se le puede llamar orquesta, ¿sabe usted? En la RAE dicen que una orquesta es un conjunto de músicos, pero nosotros somos más bien actores, ya que durante las fiestas siempre hacemos playback por miedo a desafinar.

Perdone mi desorden, esto es realmente vergonzoso. Supongo que me dirá aquello de “Compañera, usted sabe que puede contar conmigo. No hasta dos o hasta diez, son contar conmigo.”, pero empiezo a pensar que no ha sido buena idea escribirle.

El caso es que yo, en mi orquesta, toco el triángulo. Y hago playback, sí, pero es que soy muy tímida. Verá, yo siempre he querido ser famosa y dar conciertos por medio mundo, pero el día de mi primer casting temblaba tanto que dijeron que no valía ni para levantar el telón. Así que, como el director es íntimo de mi madre, ya sabe usted a qué me refiero, me dieron el premio de consolación: El triángulo. El realidad se puede decir que me dieron a mí el premio y a mi madre la consolación, pero eso son asuntos de alcoba que a nosotros no nos conciernen.

Volviendo al tema del que le hablaba, sabe usted mejor que nadie lo que dice el fulano, “¿cómo creer que el mundo se quedó sin utopías?” ¿Cómo salvarse ante tan tremenda adversidad? Después de mucho pensar sobre el tema, esa fue mi decisión: Seguir practicando y tocando el triángulo hasta adquirir la experiencia suficiente para comenzar mi carrera en solitario como cantante de música instrumental.

No pensaba yo permitir que ni la ausencia de dios ni los amores de tarde me frenaran en mi empeño, pero la triste verdad es que me hallo desesperada al saber que las partituras de música instrumental no tienen letra, así que en este asunto no queda más tela que cortar ni canciones que cantar.

Y por todo esto, señor Benedetti, intentaba yo ponerme en contacto con usted para que me actualizara en estos mundillos del famoseo y el éxito y me diera algunos consejos para acelerar mi carrera como artista. Pero, admirado Mario, es que no se lo va usted a creer. Resulta que acabo de leer que su persona falleció hace justamente 1 año menos dos meses y quince días. Quizás no sea tan mala idea eso que me aconsejan de contratar Internet porque, en fin, todo verdor renacerá.

0 comentarios:

Publicar un comentario