¿Pareja sin amor?

lunes, 14 de febrero de 2011

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Entiendo, seguramente como el resto de la humanidad, que la pareja es una de las cosas más importantes en la vida de las personas. Pero… ¿qué es lo que la hace tan especial?

En primer lugar, es innegable que existe una cuestión biológica. Un miedo a morirnos solos, un “necesito reproducirme” y un “dime que vas a estar a mi lado para siempre”. Por eso nos contamos mentiras y nos compramos promesas, con tal de mantenernos atados a la otra persona sólo un día más.

Pero bueno, dejando de lado la parte más cruel del asunto, me pregunto qué hace que mientras nosotros nos reímos porque acabamos de recoger un paquete de pegatinas de pies para pegar en el techo de nuestro dormitorio, el resto de parejas de una tetería se miren acaramelados, con las manos cogidas y sin decir nada. ¿Será que están enamorados? ¿Será que en realidad no saben de qué hablar, porque no hay nada que decir? ¿O será que fingen muy bien y en realidad sólo tratan de enmascarar su miedo a estar solos? Algo de eso debe haber.

Lo primero que me pasa por la cabeza es preguntarme dónde estarán estas felices parejitas dentro de unos años. ¿Discutiendo sobre de qué color debe ser el azulejo del baño? ¿Llevando a los críos a la guardería? ¿O quizás felizmente divorciados y buscando otros nuevos ligues a los que seducir y mirar románticamente? Es intrigante, la verdad.

Me planteo, tal y como funciona nuestra relación, que en realidad la gente no entiende nada. Me refiero a todo eso de “el amor es muy bonito”, “eres la persona perfecta” y “voy a estar a tu lado para siempre”. Todo mentira. Lo bonito es tener al lado a una persona con la que la vida tiene algo de sentido, con la que cada segundo es una aventura y con la que, simplemente, ocurren cosas cada día. Me importa un pimiento si mañana te vas, porque hoy hemos sido felices. No necesito que me cuentes, no-novio mío, que quieres envejecer a mi lado, porque yo sólo quiero ser feliz ahora y pegar pies en el techo para que todo siga en orden.

Supongo que simplemente son modelos de pareja y de vida distintos. La gente tiene lo que busca, así que no sería políticamente correcto decir que algo es mejor o peor que lo otro. Simplemente son maneras distintas para necesidades distintas. Pero bueno, hoy es San Valentín y yo tengo que escribir 3 textos, así que esta es la excusa perfecta para librarme de toda la empalagosidad y azucaramiento que he sufrido hoy. En el fondo no se me da bien ser políticamente correcta.

Se me ocurre pensar en voz alta sobre qué es lo que hace que nuestra relación funcione tan bien. Por un lado, como personas individuales tenemos una conexión que hace que cuando estamos juntos ocurran cosas. Debe ser la Magia. Por otro siento, y sé que tú también, que hemos construido una relación cada vez más sólida y estable. Pero estable no significa quieta. Estable significa adaptable, cambiante, algo así como un conjunto de energías administradas de tal forma que en lugar de chocar se unen para formar un engranaje compacto. Y fruto de ese engranaje nace una convivencia de sobresaliente que sobresale, como nosotros, que de repente somos populares. Pero bueno, sobre eso hablaré en el próximo capítulo, que ahora quiero darte un abrazo.

2 comentarios:

svpam dijo...

Las felices parejitas, en el futuro, estarán muertas, como todos algún día. Sé feliz ahora y si estás viva, intenta serlo mañana. ¿En una tetería? ¿Llevando a los niños a la guardería? ¿Buscando ligues? ¿Pegando pies en el techo? Eso lo decides tú. Yo soy feliz jugando con mi novio a juegos de estrategia y/o rol, leyendo literatura fantástica, pensando cuarenta mil cosplays para preparar en verano, viendo fotos de tías buenas...

A mí tampoco me seduce la idea de la típica parejita de "película protagonizada por Hugh Grant", mas, si te fijas, la esencia de una pareja es encontrarse a gusto con otra persona en una suerte de amistad muy especial. Por cierto, en todas las relaciones, desde la pareja más convencional hasta la más atípica, existe un factor común: Todos nos creemos que formamos parejas únicas y genuinas.

Helena Invernón dijo...

Es que ver fotos de tías buenas siempre es muy enriquecedor : )

Supongo que es normal que todos nos creamos únicos y genuinos, por lo que cuesta encontrar a alguien con quien nos compenetremos y entendamos bien (y que, además de todo eso, nos aguante todos los días).

Pero vamos, yo no hablaba de las parejas que funcionan bien ni creo que haya nada de malo en sentirse único y especial. Hablaba de los que no son una pareja sino un conjunto de dos. Esos que no tienen proyectos en común, que apenas se conocen y que simplemente están juntos por miedo a estar solos. Creo que son planos e intereses distintos.

Mientras que el primer modelo de pareja se entrega y te da buscando tu felicidad, el segundo te abraza y te quita toda la energía. También es cierto que esto no ocurre sólo con las parejas, sino que generalmente tenemos en nuestro entorno (y lo permitimos) a muchos chupópteros emocionales que no nos aportan nada y sólo nos cansan y nos cargan con sus problemas.

En cualquier caso, me parece muy interesante la reflexión "Sexo sin amor, ¿pareja sin amor?". Si el sexo sin amor es válido, ¿lo es también la pareja sin amor, por mero interés? Quizás no sea tan malo si es lo que las dos personas buscan y a ellos les vale, no sé. ¿Hasta qué punto es importante estar enamorado, sabiendo que eso sólo es un estado pasajero?

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